Desde hace siglos son conocidos los beneficios del consumo de té verde: es un acelerador del metabolismo de grasas y azúcares, por eso ayuda a perder peso, contiene polifenoles que ayudan a bajar la presión arterial mejorando la circulación y previniendo las enfermedades cardiovasculares. Como si esto fuese poco contiene antioxidantes que combaten los radicales libres previniendo así las enfermedades degenerativas y retardando el envejecimiento. Recientes estudios realizados en Europa indican que la persona que bebe una taza de té verde después de cenar, posee un nivel de glucemia en la sangre y una presión arterial más bajos respecto al que no bebe esa taza de té.
Es evidente que para el que es muy sedentario, no come frutas ni verduras, es carnívoro y prefiere los dulces y los alimentos ricos en harinas refinadas, aunque tome esa taza de té verde después de cenar… va a tener igualmente muchos problemas con su salud: sobrepeso, colesterol y triglicéridos altos, diabetes, hipertensión y altos riesgos cardiovasculares. La persona que tiene la costumbre de beber esa taza de té verde, es altamente probable que además de eso haga otras cosas como observar una dieta equilibrada y hacer una adecuada actividad física, esto explica los resultados de la estadística. No es suficiente la tacita de té verde para tener esos valores clínicos; no se puede extrapolar un solo comportamiento ignorando todos los demás, nuestra salud es el resultado de varias componentes en equilibrio entre ellas.
Lo que sucede con el té verde respecto a la salud es parecido a lo que sucede con el liberalismo respecto a la política y a la calidad de la democracia. La libertad económica es “la cereza sobre el pastel”, primero necesito el pastel para completarlo y adornarlo con la cereza. Pensar que solamente conceder la total libertad económica al mercado sin la intervención del estado nos va a resolver todos nuestros problemas puede ser tan ilusorio como esperar mantener mi salud solamente tomando esa taza de té verde, sin considerar mi estilo de vida: dieta y actividad física.
Respecto a la intervención o no del estado en la economía, hay que recordar que el presidente Franklin Roosevelt, durante la Gran Depresión, no dudó con su New Deal intervenir en todos los principales resortes de la economía y las finanzas para reactivar la producción y el consumo después del crack económico de 1929 en los Estados Unidos, país liberal por excelencia.
Wall Street el Martes Negro de la Bolsa en 1929
La politóloga guatemalteca Gloria Alvarez ha realizado varios interesantes videos acerca de los peligros del populismo en America Latina, ella y en nuestro país Javier Milei y José Luis Espert proclaman las bondades de la total libertad económica tomando como ejemplo a países como Holanda, Suecia o Dinamarca, donde existen las menores desigualdades entre ricos y pobres del planeta, los mayores ingresos per capita, el mejor desarrollo educativo y social, la menor corrupción política y el mejor funcionamiento de la justicia. Esta es la receta del “pastel” antes mencionado, para asegurarnos el buen funcionamiento republicano y la calidad de la democracia:
Justicia independiente y seguridad jurídica
Lucha eficiente contra la corrupción
Libertad de prensa y de expresión
Altos standards educativos
Libertad y desarrollo económicos
Gloria Alvarez, politóloga y presentadora TV
Video POPULISMO VS REPÚBLICA:
https://www.youtube.com/watch?v=MZYEFNMdxG4&t=10s
Hola Dante: tu artículo me resultó interesante, y muy original la comparación con el té verde.