Alguien puede preguntarse porque un arquitecto puede interesarse por escribir y opinar sobre política, que tiene que ver la arquitectura con la política? Política deriva de polis, o sea la ciudad: en la antigua Grecia los gobernantes estudiaban todo aquello que pudiese promover y desarrollar los negocios de la ciudad. No puede separarse la economía de la política energética, la política del transporte, la estrategia de las áreas urbanas, el uso del suelo, el desarrollo del territorio … la lista se vuelve muy larga, no es necesario extenderse demasiado. Me parece conveniente dejar de lado la política en sentido específicamente partidario: esto en Argentina es meterse en un callejón sin salida… este es un país bastante incomprensible. Los que pertenecen a un partido y siguen a un líder, lo hacen porque supuestamente tienen las mismas ideas, y de ese modo se autodefinen: correligionarios, compañeros “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”. En realidad se han dado enfrentamientos armados entre facciones internas supuestamente del mismo color político; en la masacre de Ezeiza, en la concentración prevista para recibir a Perón que regresaba al país, hubo 13 muertos y 365 heridos, ambulancias llenas de armas, fusiles en los estuches de los músicos, francotiradores escondidos en las ramas de los árboles … todo esto ocurrió sobre todo para demostrar quién es más peronista. Este episodio demuestra que el fanatismo y el infantilismo políticos multiplican no solo comportamientos criminales sino lisa y llanamente la estupidez.
Me interesan en cambio los embriones de nuevas políticas que coloquen al centro los ciudadanos, los proyectos inteligentes que puedan promover alternativas a una casta política cada vez más alejada de los ciudadanos, de la ética pública y de la moral. Volviendo a la pregunta inicial, considero a Giancarlo De Carlo mi maestro, su compromiso político era una parte inseparable de su quehacer arquitectónico. Mis videos, conferencias, proyectos, notas, apuntes son el fruto de un honesto trabajo de investigación y reflexión, si se quiere de matriz periodística, con mucho cuidado en la elección de las fuentes. El objetivo es ofrecer información alternativa, independiente (no tengo editores evidentemente) para concientizar y ayudar a generar ideas y debates que son indispensables para que podamos ser ciudadanos preparados para los desafíos que este tercer milenio nos plantean, en una época turbulenta que conoce una aceleración sin precedentes. Algo empezará a vislumbrarse cuando la política se acerque a la ética pública. Cuando visité Pompeya, leí una inscripción de propaganda electoral en un muro: “voten a Marcus, hornea un exquisito pan y administra con mucha parsimonia los fondos municipales” La honestidad era lo principal en un candidato: la palabra candidato deriva de cándido, los aspirantes a ser votados recorrían la ciudad vestidos de blanco inmaculado, eso representaba la pureza que prometían expresar durante el ejercicio de sus futuros cargos.
